El Martes 16 de Julio de 2013 abandonamos Malasia para volar hacía la costa suroeste de Tailandia. Teníamos que estar a las 5.00am en el aeropuerto, no podíamos ir en transporte público, así que en el hotel nos consiguieron un "taxi particular" que nos llevo a nosotros y a otra pareja a la terminal LCCT, la de vuelos de bajo coste. El taxista, sin decirle nosotros nada, nos cobró menos de lo pactado, porque habíamos compartido el taxi, ´cosa que nos sorprendió gratamente :-)
El vuelo fue con Air Asia, salía a las 7am y llegaba a Krabi a las 7.25am (en Tailandia es una hora menos que en Malasia), así da gusto viajar!. Ah reitero lo del aire acondicionado de los transportes, te congelas de verdad, yo llevaba manga larga y me tuve que abrigar con una manta de las que nos dieron en el vuelo desde España....
Ya en el aeropuerto de Krabi, cambiamos dinero en un banco (aunque ya habíamos cambiado unos pocos Baths en Kuala Lumpur) y de camino a la salida ya vimos varios stands de taxis y de autobuses. Cogimos un autobús que nos llevaba hasta la puerta de nuestro hotel en Ao Nang por 150THB/persona (3,75€).
Mapa e la Costa de Andaman |
Ésta costa bañada por el Mar de Andamán fue arrasado una la ola de 15m, debido al tsunami provocado por el terremoto de 9,5º en la escala de Ritcher en el Océano Índico. Éste fatal fenómeno natural se llevó 6000 vidas en la costa oeste de Tailandia. Y aún hoy, se siguen apreciando los efectos del tsunami (sobre todo en la zona de Khao Lak, que visitaríamos posteriormente).
Krabi es una pequeña ciudad de unos 25.000 hab. No tiene playa, de hecho es una zona de manglares, suele ser una ciudad de paso hacia otros destinos como Ao Nang, Koh Lanta o Koh Phi Phi. No obstante, la provincia de Krabi es una de las más bonitas y con las mejores playas de Tailandia.
Llegamos a nuestro hotel a las 9.30am en Ao Nang, nos quitamos los zapatos a la entrada de hotel, están cayendo chuzos de punta y nos dicen que no podemos entrar a la habitación hasta las 2pm! Dejamos las cosas en una cuartito del hotel y decidimos alquilar una moto allí mismo por 280THB/día (unos 7€), ese precio es carillo. pero al final nos hicieron rebaja por quedárnosla 3 días.
Ah una cosa que puede chocar a la hora de alquilar la moto, es que sólo te piden quedarse con tu pasaporte, no hay ningún problema, cuando devuelves la moto, te devuelven el pasaporte, es un trato justo. Otra cosa importante a tener en cuenta es que en Tailandia se conduce por la izquierda, así que hay que tener cuidado con las intersecciones y las rotondas, nosotros un par de veces salimos en dirección contraria.
Con nuestros chubasqueros, nuestros cascos y nuestra moto de 125cc nos vamos tan contentos a ver como es Ao Nang y la playa. Y comprobamos que a pesar del día, no está nada mal! Es una playa largísima de arena amarilla y un agua de color jade, moteada de logtails (embarcaciones típicas de popa larga) cerca de la orilla y de un montón de islotes calcáreos y llenos de vegetación, un poco más lejos. Parece que de momento ha dejado de llover.
Playa de Ao Nang |
El pueblo, sin ser feo, no tiene mucho de especial, es muy turístico, pero no del estilo de Phuket, mucho más tranquilo. El motivo de quedarnos en Ao Nang es que es la puerta de entrada a paraísos naturales como Railay y las diferentes islas que hay en la zona, además de tener una fantástica oferta hotelera.
La recepcionista de nuestro hotel, una chica encantadora, nos dio un mapa y nos indicó varios sitios en esta zona que merecían la pena. Así que nosotros muy obedientes y con los planes cortados por la lluvia, le hicimos caso y nos dispusimos a comenzar nuestra ruta en moto por Ao Nang Beach, continuamos la línea de playa a lo largo de todo el pueblo hasta que llegamos a Nopparat Beach, una preciosa playa situada en una zona boscosa donde hay un camping y varios restaurantes y chiringuitos cerca.
Continuamos bajo la lluvia de nuevo, por una carretera de costa dirección a "Pong Cape" y llegamos a una desierta "Klong Moung Beach". Solo un par de pescadores estaban en el agua de esa magnífica playa, rodeada de árboles. Así que aprovechando que había escampado, nos dimos nuestro primer baño en el mar de Andamán, el agua está caliente! te puedes pasar en remojo todo el tiempo que quieras.
Klong Moung Beach |
Tras intentar hablar un poco con los pescadores, ver lo que pescaban y descubrir que no saben mucho de mapas, empieza a llover de nuevo, así que volvemos al hotel Ao Nang Cozy Place y por fin podemos entrar a nuestra magnífica habitación y darnos una ducha. La verdad es que hotel nos encantó, tanto por el precio, como por la habitación y la amabilidad de los trabadores.
Ao Nan Cozy Place |
En la parte baja de Ao Nang , pasado el paseo marítimo había una especie de mercadillo de puestos callejeros con las típicas mesas plegables, donde te hacían la comida en el momento. Había de todo: wok, barbacoa, crep y fruta. Se convirtió en nuestro referente culinario los días que pasamos en esta zona.
Ese día, el monzón estaba decidido a no dejarnos en paz, y nos obligó a refugiarnos en un salón de masajes. Fue un flechazo, desde que nos pusieron una mano encima, para darnos un masaje Thai, supimos que estábamos enganchados, claro que por 5€/hora, decidimos que todos los días nos íbamos a regalar salud, al menos una vez. Entramos en ese local por casualidad y la verdad es que tuvimos muchísima suerte porque nos encantó. El Thai es un masaje terapéutico, no relajante, hay veces que incluso duele, y te estiran sin piedad, pero cuando terminan contigo eres una persona nueva. Mi masajista terminaba mis masajes siempre con un abrazo y una risita.
Otra rutilla en moto por los alrededores de Ao Nang, no llevo a ver atardecer en esta magnífica playa.
Esa noche decidimos pegarnos un banquete de pescado y marisco de la zona , elegías lo que quisieras comer (todo fresco o vivo) y decidías la manera de cocinarlo. Comimos almejas, mejillones verdes y pescado al grill. Delicioso! (y barato 15€). Así se va uno a la cama feliz!
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