martes, 3 de septiembre de 2013

DÍA 7- PARQUE NACIONAL DE KHAO SOK

El Viernes 19 de julio de 2013 teníamos que recoger nuestro coche alquilado (por 25€/día) del aeropuerto de Krabi, lo dejaríamos el lunes 22 en el aeropuerto de Puket desde el que teníamos nuestro vuelo interno.
 
En Ao Nang cogimos una furgoneta conjunta para ir al aeropuerto de Krabi, de casualidad, ya que nos recogió cuando estábamos esperando el autobús, y como el precio era el mismo, 150 THB/persona (3,75€), pues allí que nos fuimos. Éste tipo de transporte es muy usado por los tailandeses, aunque a ellos les cobran menos que a los turistas.
 
A las 9am ya estábamos subidos en nuestro "cochecillo" camino de Khao Sok que está a unos 200Km de Krabi, hay que coger la ruta 4 (autovía) dirección Thanon Pet Kasem, girar a la derecha por la ruta 4118 en la ciudad de Thap Put y cuando ésta carretera termina, girar a la izquierda en la ruta 401 y ya seguir los carteles que indican el parque nacional.
 
El Parque Nacional de Khao Sok , fundado en 1980, está localizado en el oeste de la provincia de Surat Thani, tiene una extensión de 646Km2 de tupida selva y escarpadas montañas, con cascadas que caen en picado desde los elevados acantilados calizos. Ésta selva es un vestigio de uno de los ecosistemas más antiguos del mundo, más incluso que el Amazonas o las selvas de África Central. 
 
El parque tiene dos partes, Khao Sok, en el que básicamente puedes hacer senderos y treking por la selva y el lago de Rachaprapah Dam, que está a una hora del centro de visitantes.
 
 
Para entrar a Khao Sok hay que pagar una entrada de 200THB/persona (5€).El guarda forestal nos informó de que parte del camino está "cerrado" en la época de monzones, que solo puedes llegar hasta las cascadas 1 y 2. Te lo dicen para que contrates visitas guiadas, pero vamos que nosotros hicimos prácticamente todo el recorrido y lo realmente genuino, es a partir de la cascada 2, que es cuando empiezas a internarte en selva profunda donde apenas entra sol debido a la ingente vegetación de la que estás rodeado.
 
Cuando te adentras en la profundidad de Khao Sok sientes la soledad de la selva, hueles la selva y escuchas la selva. El "peligro" al que ellos hacen referencia consiste en senderos mojados y fangosos que hacen que te escurras alguna que otra vez.
 

Durante la ruta vas viendo cascadas, lianas, árboles centenarios y miles de mariposas de colores. Dicen que éste parque es famoso por su abundante vida salvaje: elefantes, leopardos, osos, etc, pero nosotros no vimos ni un triste mono. De todas formas la vegetación es muy espesa y supongo que para poder ver algún tipo de animal habría que salirse del sendero.
 

 
Para hacer el recorrido completo se necesitarían unas 7 horas, nosotros estuvimos 5 y media y nos faltaron dos puntos por ver.
 
Una joya del lugar es el Rafflesia Kerril Meijer, que un loto salvaje, una de los más grandes del mundo. Está presente solo en Khao Sok y en las reservas adyacentes, pueden alcanzar unos 80cm de longitud. Ésta flor carente de raíces y hojas vive parasitando las raíces de la liana. Entre octubre y diciembre los capullos surgen de dichas raíces y se hinchan hasta alcanzar el tamaño de un balón de futbol. A pesar de la belleza de ésta flor, huele como a carne podrida, lo que atrae a los insectos polinizadores. La flor de loto es una emblemática flor en Tailandia que se asocia al "despertar budista".
 
 
 
 
 
 
 
En esta zona hay muchas sanguijuelas, yo tuve la mala suerte de que me picaran cuatro, a pesar de ir cubierta de pies a cabeza. No duele, la verdad es que me lo vi al salir de la ducha, ya el bicho no estaba, la herida es limpia y no te pegan enfermedades de ningún tipo, lo único es que no paras de sangrar en bastante tiempo porque te echan algún tipo de anticoagulante, pero no pasa nada, así que no hay que asustarse.
 
El alojamiento que tuvimos es esta zona, a pesar de ser el más caro, fue el que más me gusto, era una casita de bambú al lado de un rio en las inmediaciones del parque natural. El sitio era un pasada y desde luego hacía honor a su nombre "Our Jungle House", nuestra casa en la selva. Dejo el enlace abajo:
 
 


 


domingo, 1 de septiembre de 2013

DÍA 6- PHI PHI ISLANDS-GASTROPODO BEACH

Jueves 18 de julio de 2013, yo me había empeñado en ir a las Phi Phi Islands en una excursión organizada, que costó 1000THB (25€), con comida incluida (la verdad es que salía más barato que ir por tu cuenta en ferry). La habíamos contratado la noche anterior en una de las miles de agencias de viajes que había en Ao Nang. Nos recogieron en nuestro hotel en una furgoneta y nos llevaron a los embarcaderos de Nopphara Thara Beach, ya de camino me hice amiga de una chica alemana, con la que fui practicando inglés hasta que pude. A las 9am salíamos tan contentos, sin saber lo que nos esperaba.
Mapa Phi Phi Islands


Mapa de Phi Phi Don
 

La cuestión es que los barcos son los llamados "speed boats" que van, como su nombre indica, rapidísimo, pero tan rápido que el barco hacía unos caballitos de vértigo al surcar las olas en mar abierto, y hacían que se te levantase el culo del asiento y que entrase tanta agua, que a los 5min estabas como si te hubieses tirado al mar con ropa. Encima, el barco era semicerrado, es decir, desde dentro no se veía nada. En la parte delantera había unos asientos descubiertos, pero después de ver los botes de los chavales que se sentaron allí, se me quitaron las ganas de ver la panorámica.

El viaje de ida, antes de la primera parada, duró casi una hora, agarrados como posesos a las barandillas del barco, limpiándonos los ojos de los cubos de agua que venían del mar y sin ver absolutamente nada. No es una experiencia agradable incluso para los que no se marean, que no eran muchos. Había un japonés que daba hasta pena el hombre, sudando, verde y con la expresión ida. Yo me contenía y hacía como que no me mareaba porque sabía que me quedaban por delante muchas horas, demasiadas.

Por fin, nuestra primera parada, cuando bajamos del barco, veo una preciosa playa de arena blanca y agua turquesa, pero tan plagadita de gente y de barcos, que costaba ver nada más. Era Bambo Island. Estuvimos haciendo snorkel y alejándonos lo más que pudimos  del tumulto. Son zonas bonitas para el buceo porque encuentras especies de peces muy diferentes a las que estas acostumbrado a ver.

Bambo Island
Pero lo bueno dura poco y tenemos que volver al barco maldito y continuar nuestro tour. Llegamos a la Viking Cave, que es una formación rocosa de gran belleza en Ko Phi Phi Leh. No existe playa de arena en los alrededores de la cueva, está rodeada de mar. El nombre se debe a una pintura en sus paredes que representa un barco pirata. En su interior hay un gran número de nidos de golondrinas.

Viking Cave


Ko Phi Phi Leh
Ko Phi Phi es el nombre por el que se conocen estas dos famosas islas del Mar de Andaman, que fueron prácticamente destrozadas por el tsunami. Ko Phi Phi Leh (Ko significa isla) está deshabitada, mientras que Ko Phi Phi Don está "superhabitada". Son mundialmente conocidas por su fama de islas paradisiacas, pero la realidad es que la saturación de barcos y turistas hacen que pierdan ese encanto. Cualquier otra isla del Mar de Andamán, en mi opinión, tiene más que ofrecernos.
Maya Bay (Ko Phi Phi Leh)
 
Maya Bay es uno de los hitos turísticos, porque en ella se rodó la película de "La Playa" de Leonardo Di Caprio. La playa es impresionante, pero impresionante es también la cantidad ingente de barcos que hay en la orilla, que hace que te bañes entre aceite de motor y olor a gasolina, y por supuesto la playa está atestada de gente. Yo me llevé una gran decepción, porque aquello parecía Benidorm, con todo el respeto al que le guste.

Panorámica de Maya Bay

Maya Bay

Islote en frente de Maya Bay
 
Monkey Beach (Ko Phi Phi Don)
Monkey Beach es una pequeña playa de la isla Phi Phi Don, llena de monos y de cáscaras de plátanos o restos de la comida que la gente les da desde los barcos. Como todos los sitios en las Phi Phi, aquello estaba atestado de barcos por todos los lados.

El siguiente destino es ya hasta grotesco, cuna del turismo hedonista y la masificación. La "hiperhabitada por encima de sus posibilidades Phi Phi Don" . Tras el tsunami parecía que el Gobierno, algunos constructores y agencias locales se habían mentalizado de la  necesidad de un desarrollo sostenible de la zona, para no cometer errores anteriores, donde el ecosistema de la zona empezaba a resentirse. Pero como pudimos observar, todo fue un espejismo y la llegada en barco a la isla es profundamente desoladora. Atracamos en el muelle de cemento de Ao Ton Sai , donde un laberinto de callejuelas en medio de una barra de arena conocido como el "Turistic Town" cubre cualquier demanda capitalista que pueda tener el turista. Allí comimos (yo no porque tenía un mareo que me duraba hasta en tierra) en un impersonal buffet, que a la gente no le gustó demasiado, y nos fuimos a la playa, donde me bañe entre dos barcos atracados e intenté que no me atropellara un tercero.

Ko Phi Phi Don
 

El viaje de vuelta fue una tortura, salvo por las dos incursiones de snorkel que hicimos, que fueron realmente increíbles, en zonas con corales, llenas de anémonas y peces tropicales (el reparto de "Buscando a Nemo" al completo). La verdad es que habría pasado toda la tarde buceando con tubo en aquellas aguas azules y cálidas, observando con detenimiento ese ecosistema del parque natural marítimo de las Phi Phi.
 
Como conclusión decir que si yo hubiera sabido la masificación que había en las islas y las características del tour, no habríamos ido, lo habríamos cambiado por la visita a cualquier isla deshabitada cercana a Ao Nang, a las que puedes acceder con longtail, como la Kitchen Island, por ejemplo, que se nos quedó pendiente para la próxima visita a Tailandia.
 
Tras la hazaña de llegar sin haber expulsado nada de mi cuerpo(cuando pisé Tierra, habría besado el suelo),a las 5pm, nos dimos una ducha caliente e hice un esfuerzo para ir recuperando el norte poco a poco. Montamos en la moto y nos dirigimos hacia la "Gastropodo Beach", una playa en el Cabo Ban Laem Pho en dirección Krabi a 12 Km de Ao Nang y 16 de Krabi.
 
También se denomina Cementerio de fósiles marinos, que consiste en un conjunto de bloques de roca que se han formado en los últimos 35 millones de años con fósiles marinos.  
 
En la misma carretera dirección Krabi y a unos 8Km de ésta, se puede visitar el Wat Tham Seua (templo de la Cueva del Tigre) en medio de un bosque. Fue una lástima que se nos hiciera tarde y no pudiéramos disfrutar de éste especial templo budista, que según leí en diversas fuentes, fue construido en el interior de una cueva caliza, donde al lado de la inmensa fotografía del abad, hay fotografías de entrañas y órganos humanos, calaveras y esqueletos reales, que intentan concienciar al visitante sobre la transitoriedad del cuerpo. Las celdas monásticas se construyeron entre precipicios y el santuario central se encuentra en un pequeño valle tras la montaña.
 
Cuenta la leyenda que el monje fundador, protector del vipassan  (meditación para el conocimiento profundo) y metta (amabilidad sin límites), adquirió sus habilidades de pequeño estudiando con un monje astrólogo y ciego, y que se mantuvo célibe desde entonces. De la parte anterior de su ropaje cuelgan pesados talismanes regalados por sus discípulos y seguidores, para que se ocupe de su Karma.
Todo el día sin comer se merece una buena cena, regada con un par de Chlang (cervezas Thai) sentados en un banco en la playa de Ao Nang, después de disfrutar de un bello atardecer en ella. Una gran despedida de esta maravillosa región.




DÍA 5- RAILAY-CASCADAS DE AGUA CALIENTE-LAGO ESMERALDA

Miércoles 17 de Julio de 2013, ese día fuimos a  ver la magnífica Railay (Rai Leh), por lo que habíamos leído, un paraíso natural. Para ello bajamos con la moto a un embarcadero al lado de la playa de Ao Nang. Cogemos un longtail (embarcación de madera de popa larga) por 200THB ida y vuelta(5€), que tarda unos 20 o 25min en llevarnos a la península. Un precioso viaje en barco acompañados por unos madrileños, Paula y Julio, y Mireya una chica holandesa, con los que hicimos amistad.




Railay es una península escondida detrás de impenetrables y escarpados acantilados calizos. Es accesible solo por mar y en el istmo no hay transporte motorizado, solo senderos peatonales o para bicicletas. Hay una gran oferta hotelera y es un punto estrella para los amantes de la escalada, de hecho hay una playa dedicada a ellos Hat Ton Sai (Hat es playa en Thai). La página www.railay.com dispone de abundante información sobre éste particular lugar.


Se puede considerar que Railay está dividido en cuatro grandes áreas a las que puedes acceder por caminos y senderos: Railay West, Railay East, Phra Nang y Ton Sai.


1. Los longtails desde Ao Nang llegan a Hat Rai Leh West, una tranquila y amplia playa rodeada de acantilados, donde dicen que hay una preciosa puesta de sol, de la que nosotros por desgracia no pudimos disfrutar (queríamos ir a ver más cosas). El mar es perfecto para nadar, aunque se debe tener cuidado en época de monzones y con marea baja. En la parte sur de la playa hay rutas de escalada de alta dificultad. Caminando 20min hacia la izquierda sobre piedra caliza, se llega a Hat Ton Sai. Esta es la denominada playa de mochileros y escaladores, porque tiene acceso a fantásticas rutas de escalada. La playa no es muy buena, pero cuenta con alojamiento y es famosa por sus "full moon party". Hay longtails que vienen y van a Ao Nang.



2. Por una pasarela desde Hat Rai Leh West, que atraviesa los curiosos complejos turísticos, tardamos menos de 3min en llegar a Hat Rai Leh East. A esta playa llegan los barcos desde Krabi, la verdad es que es un playa bonita, pero no apta para bañarse porque es poco profunda, lodosa y rodeada de manglares. No obstante tiene bastantes bares y alojamientos tipo bungalows. A partir de aquí, tienes dos opciones, hacia la izquierda está la Phranang Nai Cave (Diamond Cave), además de poder recorrer toda la bahía de Railay East. Hacia la derecha se llega Hat Tham Phra Nang, con su Phra Nang Cave o Cueva de la princesa.




3. Nosotros decidimos primero investigar hacia la izquierda, caminando por un sendero a pie de playa, por el que vas viendo, entre la selvática y tropical vegetación, los diversos alojamiento de la zona, la playa lodosa, los manglares y los islotes calizos en la distancia. La verdad es que me gusto tanto lo que vi, que no descarto en el futuro volver y pasarme una semana disfrutando de todo aquello, alojada en una cabaña de madera entre árboles frente al mar.
Por un desvío a la izquierda llegamos a la Phranang Nai Cave (Diamond Cave), cuya entrada costó 1€, creo recordar. Dentro puedes ver las formas de la erosión de la roca caliza, la estalactitas y estalagmitas,  la fantástica "catarata rocosa de cuarzo", acompañado todo el trayecto por la pasarela de madera, de unos cuantos murciélagos.


4. Volviendo sobre nuestros pasos, por el mismo camino de Rai Leh East , seguimos hacia la derecha, en dirección Hat Tham Phra Nang, y más o menos a mitad de camino hay un flecha que indica View Point (Mirador) y Lagoon (laguna). Para llegar, tuvimos que subir por un acantilado lleno de barro arcilloso en el que tienes que ayudarte con unas cuerdas para sujetarte, y te ves de esta guisa:


En realidad la subida parece más difícil de lo que es, pero cuando te pones a ello, "pasito a pasito, se hace el acantilado al andar", además la ayuda de las cuerdas es sumamente útil, sobre todo a la bajada, que hay zonas que tuvimos que bajar medio haciendo rapel. Pero cuando llegamos arriba, empapados de sudor y de barro hasta las cejas lo que ves te deja sin respiración, y la foto aunque bonita, no muestra el esplendor de la panorámica ni la tranquilidad y la paz del momento.


Cuando ya hayas disfrutado de las vistas, al lado hay otro camino que baja hacia una laguna de agua dulce en medio de una península. Yo había leído en otros blogs que para llegar había que bajar tres paredes tipo como las que habíamos subido, pero más verticales y que era algo peligroso. Entre eso y que una pareja de italianos nos dijeron que ni de coña, me raje....y solo puedo decir que hoy me arrepiento, porque también había leído que era una autentica preciosidad de aguas cristalinas y con fondo de coral. Me consuela pensar que unos amigos, que sí fueron valientes para bajar, nos dijeron que estaba seca...aunque en época de monzones, como era nuestro caso, no lo creo... Así que el refranero es muy útil "Es mejor arrepentirse de lo que haces y no de lo que no haces", de aquí en adelante me aplicaré el cuento.

Ah la bajada, sin ser peligrosa, fue mas difícil que la subida, y  me arrastré sin contemplaciones por el barro, la cuerda embadurnada en arcilla te pasaba por todos los lados y la verdad es que aunque sucia, fue una experiencia de lo más entretenida y recomiendo la experiencia, siempre que se lleve un calzado adecuado (chanclas con suela de zapatilla o por el estilo), aunque siempre hay valientes a los que los ves subir descalzos!

5. Y así sucios y sudorosos llegamos al paraíso, la imponente y genuina Hat Phra Nang, con sus elevados e impenetrables acantilados calizos, su arena de oro, sus aguas color turquesa y sus islas (Happy Island y Ko Rung Nok, isla del nido). Y encima quiso el destino que estuviéramos casi solos (a las 2 de la tarde aquello se lleno de gente y ya no es lo mismo).

Agradecemos que hayan tenido la buena cabeza de mantener la playa virgen, salvo por un resort en un extremo de la playa.



Bañarte en ese agua casi caliente, hacer el muerto y dejarte llevar por el ligero oleaje, bajo esas formas imposibles de los acantilados cársticos, hacen que conectes de nuevo con la Naturaleza. Creo que es la playa más bonita que he visto hasta ahora.


Otro icono inconfundible de esta playa, es la Happy Island, a la que llegamos fácilmente nadando (ojo siempre con las mareas y las resacas), tiene una pequeña playa, y es interesante para hacer snorkel o investigarla en plan Robinson Crusoe.


Está claro que un lugar tan mágico tenía que estar imbuido en el misticismo y la leyenda y eso es lo que ocurre con la Phra Nang Cave o Cueva de la princesa, un santuario para los lugareños. Y cuenta la leyenda que una barcaza real que llevaba una princesa hindú naufragó durante una tormenta en esa zona en el S. III a.C. El espíritu de ésta se refugió en la cueva, otorgando favores a todos aquellos que se acercaban a presentarle sus respeto. De esta manera, los pescadores locales, mayoritariamente musulmanes y budistas, comenzaron a poner esculturas fálicas como ofrendas, para que la princesa les proporcionara una buena pesca.



Pero como todo lo bueno se acaba y nosotros queríamos visitar muchas cosas todavía, abandonamos el paraíso dejando en él a nuestros amigos españoles,  y volviendo a la Hat Ray Lai West, donde regresamos en el longtail con nuestra otra amiga holandesa Mireya y con estas imágenes como despedida.

Antes de continuar de "turismeo", nos teníamos que aprovisionar, así que le enseñamos a Mireya nuestro referente culinario, los puestos. Disfrutamos de una espléndida comida, practicando inglés y flipando con la gente que como ella viajan solos y van de un país a otro conociendo gente y lugares, totalmente libres.

Siguiente parada, ya motorizados, "Hot Stream Waterfall" (cascadas de agua caliente), a unos 57Km de Ao Nang dirección Krabi y Lhlong Thom por la Ruta 4, y tomando un desvío a la izquierda por la carretera 4030. Tuvimos que preguntar unas cuantas veces, haciéndonos entender como podíamos, porque la mayoría de Tailandeses no hablan inglés, pero al final llegamos.

La entrada cuesta 150THB/persona (los turistas pagamos más que los tailandeses en estos sitios) y el horario es de 8-18. Es un balneario natural, rodeado de bosque y de senderos por hacer. En las cascadas hay pequeñas pozas de agua muy caliente y aunque parece en las fotos mucha gente, en realidad no había tanta, podías estar solo en tu piscina. Lo que pasa que el sitio era muy pequeño. Recomiendo este lugar, que me resultó muy especial, y porque parecía más de turismo tailandés.


Las cascadas desembocaban en un caudaloso rio, de agua fría, en el que había una plataforma desde la que tirarte en plan Tarzán para  alcanzar una liana situada en el medio del cauce. Pasamos una tarde estupenda bañándonos y relajándonos en éste bonito paraje. Apurando el tiempo, hasta tener unos minutos solos para disfrutar de la paz de ese lugar.





Continuando por la misma carretera 4038 y siguiendo las indicaciones está el "Crystal Lagoon", que por desgracia no pudimos ver porque cerraba a las 17, y por más que le insistimos al hombre para pasar y echar una foto, no pudo ser. Así que nos quedamos con las ganas.
Un poco decepcionados por no poder ver el Lago de cristal, volvimos a Ao Nang de noche, lo que hizo que nos perdiéramos alguna vez por el camino, pero nada mejor para volver a subir los ánimos que unos noodles con pollo, creps de postre y un masaje Thai antes de irte a la cama.